Atlas Dr.Cíclido
  Atlas de Escalares
 

Pterophyllum altum
Juanes; Medellin Colombia

Nombre común: Escalar altum, Pez angel altum, Escalar alto.

Primera importación: Hacia 1920, probablemente a Alemania. El primer especimen descrito se conserva en el Museo de Ciencias de París y fue capturado en San Fernando de Atabapo, Alto Orinoco, Venezuela.

Etimología: proviene del griego Ptero = vela o pluma y phyllum = hoja. Es decir que Heckel hacía referencia a la forma de la aleta dorsal: alta, ancha y triangular.
altum es una palabra latina = alto.

Clasificación:
   • Orden: Perciformes.
     • Familia: Cichlidae (Cíclidos).
       • Subfamilia: Cichlasomatinae.
         • Tribu: Heroini.

 
  Biotopo:
Amazónico. Aguas negras y claras, blandas y ácidas, en zonas tranquilas con poca corriente.

Durante la época seca viven entre las raices de la vegetación ribereña, en zonas de aguas negras donde la vegetación es muy escasa y el agua tiene un color oscuro que permite una visibilidad reducida. El fondo es siempre oscuro, compuesto por cieno y limo o arena oscura.

Durante la época de lluvias, el agua desborda el cauce habitual de los ríos, el agua se vuelve más ácida (pH por debajo de 5) y es muy blanda (dKH de 1º), y el biotopo cuenta con numerosas plantas sumergidas.

 Distribución:
El Pterophyllum altum se encuentra en una zona muy definida en el alto Orinoco (Venezuela), en Colombia (ríos Atabapo e Inírida) y en Brasil en el alto río Negro.

En los ríos Ucayali (Perú) Negro y Tefé (Brasil) existen ejemplares con caracteres intermedios entre P. scalare y P. altum, pero un recuento de escamas demuestra que se trata de P. scalare. Estos ejemplares a veces aparecen a la venta como “Altum Peruvianum” o “Tefé altum”. También ha aparecido alguna vez en el mercado una variedad comercial de altum llamada “Guyana”, que ante el recuento de escamas resulta ser P. scalare.

Los equívocamente denominados “Altum peruvianum” proceden del río Nanay, cerca de la zona de Iquitos, en Perú. Estos peces, que son P. scalare y no P. altum, desarrollan un color verde iridiscente en los opérculos y en la parte superior de su cuerpo cuando son maduros. De esta coloración inusual, probablemente, nace la confusión con P. altum, que también presenta unos colores irisados –no necesariamente verdes– en esas mismas zonas. La biología del río Nanay, además, es bastante peculiar, pues la fuga de numerosos peces de un centro de exportación en los años 70 debido a una inundación ha provocado que naden en sus aguas peces que no son naturales del río, como los propios discos, cuya distribución natural no sobrepasa el río Putumayo, en la frontera de Perú con Colombia. Se especula con que esta variedad de escalar haya llegado a las aguas del río Nanay de la misma forma que los discos.

La única zona en la que se cree que P. scalare y P. altum pueden compartir aguas es en el curso medio del río Negro, pero ni siquiera está clara la presencia allí de P. altum.
 
  Forma:
Cuerpo aplanado lateralmente, de forma que es muy estrecho. Sin embargo los radios espinosos de las aletas impares tienen una gran extensión, especialmente la dorsal y anal, que se extienden en sentido vertical dando gran altura y prestancia al aspecto general del pez. También cuentan con unas aletas ventrales muy alargadas y estilizadas.

Pterophyllum altum, descubierto en el alto Orinoco (Venezuela) y descrito en 1903, es la especie de mayor tamaño del género Pterophyllum, con un cuerpo más alto que el de P. scalare o P. leopoldi.

Las aletas dorsal y anal tienen bases muy amplias y son más largas y grandes que en las otras especies del género (P. scalare o P. eimekei). Otro rasgo distintivo es la muesca aguda de su nariz, marcadamente cóncava, mientras que en las otras especies la frente es más o menos recta e incluso convexa.

La altura del cuerpo es igual o superior a la distancia entre la boca y el pedúnculo caudal (al contrario que en las otras especies de escalar).

La parte frontal de la línea lateral, que está dividida en dos partes, es más curvada que en las otras especies de Pterophyllum. Se cuentan de 46 a 48 escamas en línea recta desde el final del opérculo al inicio de la aleta caudal (por 27 a 29 en P. leopoldi y 30 y 39 en P. scalare).

Pterophyllum altum cuenta con 28-30 radios blandos en la aleta dorsal y 28-32 en la aleta anal.

 Coloración:
Cuerpo plateado con bandas verticales oscuras bastante marcadas. (7 bandas visibles en los juveniles, que pasan a ser 4 en los adultos). Esta coloración le permite pasar desapercibido entre las zonas de plantas altas y los cañizos.

La coloración de fondo es de gris verdoso a verde oliva, con un aspecto plateado muy brillante. La parte superior del pez puede presentar puntos marrones, y también aparece un salpicado en negro en los flancos de muchos ejemplares. También puede presentar puntos rojos. Muestra varias bandas gruesas en los costados, más anchas que en P. scalare. La más visible y marcada de ellas recorre desde el extremo de la aleta dorsal al extremo de la aleta anal.

Tanto los ejemplares salvajes de P. scalare como los de P. altum presentan en algunas ocasiones puntos negros o rojos sobre el dorso, pero sólo el altum presenta además una segunda barra vertical en la cabeza menos marcada que las otras, que se sitúa entre la barra negra que corre sobre el ojo y la que se ubica a la altura de la base de los primeros radios de la aleta dorsal.

 Tamaño:
Alcanzan un mayor tamaño que P.scalare. Lo normal son unos 22 cm, aunque hay fuentes que hablan de peces de 30 cm de altura, de un extremo a otro de las aletas.

El crecimiento es bastante rápido, alcanzando el 90% de esa talla total en el primer año de vida si son mantenidos en buenas condiciones.

 Diferencias sexuales:
No existe dimorfismo sexual externo en esta especie fuera de la época de reproducción, en la que son visibles las papilas genitales. La de la hembra (ovopositor) es cilíndrica, gruesa y con terminación redondeada. La del macho es triangular, más pequeña y terminada en punta. Como la reproducción en cautividad ez extremadamente rara, la diferenciación de sexos también lo es.
 
  Temperatura:
27º-30º centígrados.

 Agua:
Blanda y ácida. KH=0-3ºd y GH=1-5ºd. pH entre 5.0 y 6.0.

Según la revista alemana “Das Aquarium”, parámetros medidos en los ríos Atabapo e Inírida por Sven Fornbäck dan como resultado durante la estación seca un pH de 4.8; una conductividad de 15µs, dGH y dKH de 0º, NO3 y NO2 absolutamente a cero y una temperatura de 30-32ºC durante el día. En la estación húmeda el agua es algo más fresca.

 Acuario:
Acuarios espaciosos y especialmente muy altos, sin exceso de corriente, reservando al menos 40 litros de agua para cada ejemplar. Hay que tener cuidado de no colocarlos con compañeros que les quepan por la boca, pues tarde o temprano los verán como alimento. Es preferible mantenerlos solos, sin ningún otro pez, o si acaso con Corydoras y Ancistrus como peces de fondo.

Sustrato oscuro. La colocación de plantas es un asunto personal, ya que si se quiere reproducir un biotopo –en época seca– de forma fiel no tienen lugar, pero a los peces no les molestan y agradecen la mejora en la calidad del agua que las plantas proporcionan a todo acuario. No olvidemos que en las épocas de inundaciones, además, el fondo si cuenta con numerosas plantas, que a menudo usan como soportes para sus puestas en libertad. Hay que dejar abundante espacio para la natación en el centro.

Iluminación no muy potente o, si se opta por un acuario bien plantado, colocar plantas flotantes que creen zonas de sombra.

Se puede plantar densamente por las zonas laterales y el fondo, (las vallisnerias son ideales para este propósito) pero hay que dejar despejada la zona central para que naden a su gusto.

 Alimentación:
En la naturaleza son omnívoros con predilección por el zooplancton y los peces pequeños. En el acuario aceptarán muy bien el alimento vivo o congelado de buena calidad y variado (artemias, mysis, dafnias, larvas de mosquito, gammarus, gusanos grindal...). Con algo de paciencia pueden ser acostumbrados a pienso en gránulos o escamas. Se puede usar la misma papilla que para los discos, pero reduciendo o eliminando la cantidad de carne de corazón de ternera y aumentando el aporte de carne de pescado y vegetales.
 
  Comportamiento:
Gregario y territorial, igual que para P. scalare (ver ficha), pero son incluso más territoriales y de mayor carácter gregario, lo que hace imprescindible mantenerlos en grupos de al menos 4-6 individuos.

Los individuos dominados muestran una coloración más pálida, y más marcada en los dominantes. Ocurre exactamente lo contrario que con los peces disco: cuanto más estresados están, más pálidas se ven las barras sobre el cuerpo. El dominante en un acuario de altums muestra sus bandas verticales muy marcadas e incluso es visible una mancha negra en forma de coma sobre el opérculo en algunos casos.

Las relaciones de dominación están siempre presentes en un acuario poblado por P. altum. Los dominantes siempre están dispuestos a la lucha y no es raro ver peces enfrentados o incluso enganchados por las bocas en peleas que suelen acabar con uno de los peces rendidos, pero con pocas heridas, si es que las hay. Cuando un pez se rinde ante el dominante y no quiere presentar lucha, se inclina hacia arriba y le muestra su garganta en gesto de sumisión. Con el tiempo, una vez establecida la jerarquía, las peleas son sustituidas por gestos de este tipo, aunque el dominante siempre estarás dispuesto a dar algún que otro empellón a los otros para demostrar que él es el jefe.

Cuando forma parte del cardumen, el P. altum es un pez sociable que presenta pautas de comportamiento muy características. Al igual que ocurre con los discos o con otros Pterophyllum, los individuos se escalonan de acuerdo con el nivel de dominancia que tienen. El ejemplar más grande y saludable suele ser el pez dominante que compite por los espacios, por la comida y por la pareja reproductora, siempre con éxito sobre el resto de los componentes del grupo. Las pequeñas escaramuzas que marcan el status del pez siguen siempre los mismos pasos. Los peces se enfrentan con las aletas muy abiertas, vibrando y con movimientos amenazantes de cabeza y simulaciones de ataque hacia adelante y hacia atrás, con la cabeza mirando al frente. Si los ejemplares son de parecido tamaño entonces se producen mordiscos simulados (y alguno real) y empujones frontales.

Mucho más tímidos que los P. scalare, son dados a los ataques de pánico seguidos de carreras violentas que pueden acabar con un golpe contra una de las paredes o con algún objeto de la decoración. Este comportamiento tímido y huidizo –comparable al de los discos– obliga a ser cuidadoso con la decoración y no colocar aristas punzantes o piedras ásperas con las que los peces puedan lesionarse.

Los altum, al igual que los escalares, pueden emitir sonidos con la maxila, que pueden ser oídos por alguien situado cerca del acuario.

 Reproducción:
La reproducción de P. altum sigue las mismas pautas que para P. scalare, con ciertas diferencias que detallamos a continuación, pero es muchísmo más difícil de obtener en cautividad y exige unas condiciones de agua mucho más extremas y similares a las de su hábitat. Para intentar la reproducción el agua ha de ser extremadamente blanda y de conductividad muy reducida (10-30µS), con un pH cercano a 5 y la temperatura en 29-30ºC. En estas condiciones se ha conseguido reproducirlos en algunas ocasiones, muy escasas, tanto que en la mayoría de los libros y webs figura que jamás se ha conseguido en cautividad, pero lo cierto es que existen algunos informes de cría en Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos.

Debe de permitirse que las parejas se formen por si mismas a partir de un grupo, y si se obtiene una, es preferible aislarla en un acuario de cría en el que los parámetros del agua son muy importantes, con un pH siempre por debajo de 6 y un GH no superior a 2ºd, conductividad en torno a 10-30µs y temperatura de 28-29ºC, con una iluminación reducida. Cambios de agua muy frecuentes (con agua ligeramente más fresca) y filtrado con turba pueden estimular la puesta, así como la administración de alimento vivo y los descensos de presión atmosférica.

En época de cría la coloración de los P. altum cambia, mostrando un vivo color rojo en las aletas caudal y anal. La agresividad entre los machos también se incrementa considerablemente. El reparto de papeles también es más marcado que en la especie cercana, siendo la hembra la que vigila los huevos de cerca y el macho el que controla el perímetro exterior del territorio.

Las puestas pueden ser más numerosas que en P. scalare, con un número de huevos que puede superar los 600. A 30ºC las larvas eclosionan a las 60 horas. Necesitan 72 horas más para reabsorber el saco vitelino e iniciar la fase de natación libre, aunque aunque algunas experiencias de cría citan que los alevines no los aceptan en el primer momento, ya que se alimentan aún de su saco vitelino por unos días.

Una semana después de la puesta, puede verse a los padres nadando rodeados de una nutrida nube de alevines. Los alevines pueden ser alimentados con nauplios de artemia recién eclosionados.

Hay que extremar la calidad del agua, manteniéndola limpia, con lo que se imponen cambios de agua diarios con sifonado de cualquier resto que haya podido quedar, y tener precaución en que los parámetros (pH, dureza, temperatura) del agua nueva sean iguales a los de la que se reemplaza.

Con 10 semanas de vida los alevines empiezan a mostrar la silueta característica de estos peces, con las largas aletas anal y dorsal.

La protección de los padres es muy larga, extendiéndose mucho más tiempo que en P. scalare, citándose en alguna experiencia de cría un tiempo de 4-5 meses

La reproducción en libertad se da en la época de lluvias, entre los meses de mayo y abril.

Se cree que P. altum puede hibridarse con P. scalare y da lugar a descendientes fértiles. Ultimamente llegan a la venta ejemplares juveniles de P. altum, todos de la misma talla y bastante libres de parásitos, algo muy distinto a lo que llegaba hasta ahora (son peces muy dados a portar ectoparásitos y parásitos branquiales), lo que hace pensar en crías obtenidas en cautividad, quizá hibridaciones de P. altum y P. scalare. 

Pterophyllum leopoldi
Luis Queiroga; Evora,  Portugal.

Nombre común: Angel Leopoldo. Escalar de morro puntiaguado. “Long nosed angelfish”.

Sinónimo: Plataxoides leopoldi. A veces se le nombra como P. dumerilii, lo que según Kullander es un error, ya que P. dumerilii es un sinómino o subespecie de P. scalare. Algunos autores como Braz Walker, además, apuntan a que P. dumerilii es a su vez sinónimo de Pterophyllum eimekei.

De acuerdo a Schultz (1967), sería P. dumerilii. De acuerdo a Kullander (1986), es P. leopoldi. Al ser la revisión más reciente la del sueco, su nombre oficial queda establecido como P. leopoldi.

Primera importación: Desconocida.

Etimología: proviene del griego Ptero = vela o pluma y phyllum = hoja. Es decir que Heckel hacía referencia a la forma de la aleta dorsal: alta, ancha y triangular.
leopoldi, en honor al rey belga Leopoldo III quién ha recolectado los primeros ejemplares de esta especie.

Clasificación:
   • Orden: Perciformes.
     • Familia: Cichlidae (Cíclidos).
       • Subfamilia: Cichlasomatinae.
         • Tribu: Heroini.

 
  Biotopo:
Amazónico. Aguas negras, blandas y ácidas, en zonas tranquilas con poca corriente.

 Distribución:
Cuenca del Amazonas, a lo largo del río Solimões entre las localidades de Manacapuru y Santarém. Sistemas de los ríos Rupununi y Essequibo en Guayana.

Según Kullander, los especímenes importados como P. leopoldi desde Perú son en realidad P. scalare o bien una especie no identificada, que podría ser la cuarta del género.
 
  Forma:
Cuerpo aplanado lateralmente, muy estrecho. Sin embargo los radios espinosos de las aletas impares, especialmente la dorsal y anal, se extienden en sentido vertical. No obstante, es mucho más alargado que los otros peces del género, siendo el cuerpo más largo que alto. Kullander opina que este cuerpo alargado relaciona a la especie con el género Mesonauta (P. ej. M. festivum). La cabeza es puntiaguda, y la aleta dorsal es más pequeña que en P. scalare y P. altum.

Posee entre 27 y 29 escamas en una línea lateral.

Al contrario que Pterophyllum scalare y P. altum,  P. leopoldi muestra un perfil recto en la zona que precede a la aleta dorsal. Según Kullander existe otra especie de Pterophyllum procedente de Perú que muestra este rasgo y que no ha sido aún clasificada, y que a menudo se importa con el nombre de P. leopoldi, mientras que P. leopoldi se suele importar bajo el incorrecto nombre de P. dumerilii.

 Coloración:
Cuerpo plateado. Muestra 8 barras verticales, pero 4 de ellas son más visibles: la primera, pero sólo desde el ojo hacia abajo, la cuarta, la sexta y la octava, sobre el pedúnculo caudal. Entre la cuarta y la sexta (bajo la aleta dorsal) se sitúa una barra muy poco visible coronada por un punto distintivo y muy visible, siendo de color más intenso que el resto de las barras.

 Tamaño:
Algo más pequeño que las otras especies del género. Hasta 15 cm.

 Diferencias sexuales:
No existe dimorfismo sexual externo en esta especie fuera de la época de reproducción, en la que son visibles las papilas genitales. La de la hembra (ovopositor) es cilíndrica, gruesa y con terminación redondeada. La del macho es triangular, más pequeña y terminada en punta. Como la reproducción en cautividad es extremadamente rara, la diferenciación de sexos también lo es.
 
  Temperatura:
24º-28ºC.

 Agua:
Blanda y ácida. KH=1-3ºd y GH=1-5ºd. pH entre 5.0 y 6.0.

 Acuario:
Acuarios espaciosos y especialmente muy altos, sin exceso de corriente, reservando al menos 40 litros de agua para cada ejemplar. Hay que tener cuidado de no colocarlos con compañeros que les quepan por la boca, pues tarde o temprano los verán como alimento. es preferible mantenerlos solos, sin ningún otro pez, o si acaso con Corydoras y Ancistrus como peces de fondo.

Sustrato oscuro. La colocación de plantas es un asunto personal, ya que si se quiere reproducir un biotopo –en época seca– de forma fiel no tienen lugar, pero a los peces no les molestan y agradecen la mejora en la calidad del agua que las plantas proporcionan a todo acuario. No olvidemos que en las épocas de inundaciones, además, el fondo si cuenta con numerosas plantas, que a menudo usan como soportes para sus puestas en libertad. Hay que dejar abundante espacio para la natación en el centro.

Iluminación no muy potente o, si se opta por un acuario bien plantado, colocar plantas flotantes que creen zonas de sombra.

Se puede plantar densamente por las zonas laterales y el fondo, (las vallisnerias son ideales para este propósito) pero hay que dejar despejada la zona central para que naden a su gusto.

 Alimentación:
En la naturaleza son omnívoros con predilección por el zooplancton y los peces pequeños. En el acuario aceptarán muy bien el alimento vivo o congelado de buena calidad y variado (artemias, mysis, dafnias, larvas de mosquito, gammarus, gusanos grindal...). Pueden ser acostumbrados a pienso en gránulos o escamas. Se puede usar la misma papilla que para los discos, pero reduciendo o eliminando la cantidad de carne de corazón de ternera y aumentando el aporte de carne de pescado y vegetales.
 
  Comportamiento:
Gregario y territorial, igual que para P. scalare y P. altum (ver fichas respectivas). Es imprescindible mantenerlos en grupos de al menos 4-6 individuos.

Al igual que ocurre con los discos o con otros Pterophyllum, los individuos se escalonan de acuerdo con el nivel de dominancia que tienen. El ejemplar más grande y saludable suele ser el pez dominante que compite por los espacios, por la comida y por la pareja reproductora, siempre con éxito sobre el resto de los componentes del grupo. Las pequeñas escaramuzas que marcan el status del pez siguen siempre los mismos pasos. Los peces se enfrentan con las aletas muy abiertas, vibrando y con movimientos amenazantes de cabeza y simulaciones de ataque hacia adelante y hacia atrás, con la cabeza mirando al frente. Si los ejemplares son de parecido tamaño entonces se producen mordiscos simulados (y alguno real) y empujones frontales.

Los P. leopoldi, igual que las otras especies del género, pueden emitir sonidos con la maxila, que pueden ser oídos por alguien situado cerca del acuario.

 Reproducción:
La reproducción de P. leopoldi en principio sigue las mismas pautas que para P. scalare, pero es más complicada y, según algunos, la del verdadero P. leopoldi, nunca ha sido conseguida en cautividad. Otras fuentes apuntan a que se ha conseguido al menos en dos ocasiones, una en Suiza y otra en Australia.

Existen informes de cría pero se cree que es el del falso “leopoldi” peruano. Baensch y Riël, en el “Mergus” informan de la reproducción exitosa conseguida por Jörgen Erlandson, pero hay que poner en duda la validez de este dato, ya que se muestra la fotografía de un P. leopoldi, pero se le da el nombre de P. dumerilii.

En cualquier caso, para intentar la reproducción de esta especie hay que seguir las mismas pautas que para P. altum.


Pterophyllum scalare pareja cuidando su
puesta.
Mario1112; Plasencia, Cáceres, España.

Nombre común: Escalar, Pez angel.

Primera importación: 1909: Siggelkow, Hamburgo.

Etimología: Pterophyllum proviene del griego Ptero = vela o pluma y phyllum = hoja. Es decir que Heckel hacía referencia a la forma de la aleta dorsal: alta, ancha y triangular.
scalare proviene de la palabra latina scala = "escama".

Clasificación:
   • Orden: Perciformes.
     • Familia: Cichlidae (Cíclidos).
       • Subfamilia: Cichlasomatinae.
         • Tribu: Heroini.


Primera descripción: 1823: Liechtenstein, como Zeus Scalaris, renombrado a Platax scalaris en 1831. Posteriormente han ido apareciendo más nombres, a veces pensados para supuestas especies intermedias, como Pterophyllum dumerillii (Castelnau, 1855) luego renombrada como P. leopoldi y Pterophyllum eimekei(Ahl, 1928).

Se sigue manteniendo la diferenciación taxónomica en tres especies del género Pterophyllum (altum, leopoldi y scalare). Fue descrito por primera vez en 1855. Aunque actualmente se le considera con rango de especie, la discusión está aún servida. Es muy difícil encontrar ejemplares de P. leopoldi. Su cuerpo es más corto y menos estilizado que el de sus otros compañeros de género y su cría muy difícil.

Pterophyllum leopoldi no se cría comercialmente en cautividad (hay sólo un par de referencias de cría por particulares) y se importa muy raramente. Esta especie se caracteriza por tener una coloración de fondo plateada surcada de bandas verticales oscuras (que comparte con las formas salvajes de P. scalare y P. altum), pero además presenta un punto negro, en la base de la aleta dorsal y una nariz más alargada que las otras dos especies reconocidas. Sven Kullander opina que este pez ángel de cuerpo alargado es un eslabón entre los géneros Pterophyllum y Mesonauta (los festivums).
 
  Biotopo:
Amazónico. Aguas ligeramente blandas y ácidas, en zonas tranquilas con poca corriente.

 Distribución:
Área amazónica y sus tributarios, desde Perú hasta el este de Ecuador, pasando por Colombia y Brasil a lo largo de los ríos Ucayali, Solimões y el curso principal del Amazonas. También está presente en los ríos Amapá (Brasil), Oyapock (Guayana francesa) y Essequibo en Guyana.
 
  Forma:
Cuerpo aplanado lateralmente, de forma que es muy estrecho. Sin embargo los radios espinosos de las aletas impares tienen una gran extensión, especialmente la dorsal y anal, que se extienden en sentido vertical dando gran altura y prestancia al aspecto general del pez. También cuentan con unas aletas ventrales muy alargadas y estilizadas. Posee entre 30 y 39 escamas en una línea horizontal.

 Coloración:
La forma salvaje de P. scalare es similar a la de P. altum en coloración: cuerpo plateado con bandas verticales oscuras bastante marcadas. (7 bandas visibles en los juveniles, que pasan a ser 4 en los adultos). Esta coloración le permite pasar desapercibido entre las zonas de plantas altas y los cañizos. Con la reproducción en cautividad se han llevado a cabo numerosos programas de cría selectiva en busca de variedades cromáticas cada vez más llamativas, y existen en el comercio todo tipo de híbridos: forma xantocrómica (dorada), negra, plateada, albina, koi (similar al dibujo de una carpa koi), mármol, leopardo... así como variedades de aletas alargadas (vela, o velífera), para visualizarlas como así también para poder distinguir entre el espermiducto del macho y el ovopositor de la hembra, sugerimos visitar el
Atlas de Escalares.

 Tamaño:
Hasta 15 cm.

 Diferencias sexuales:
Aparte de algunos trucos (cabeza más grande, frente más prominente, color de ojos, etc.) que han demostrado ser poco fiables, no existe dimorfismo sexual externo en esta especie fuera de la época de reproducción, en la que son claramente visibles las papilas genitales. La de la hembra (ovopositor) es cilíndrica, gruesa y con terminación redondeada. La del macho es triangular, más pequeña y terminada en punta.

 
  Temperatura:
24º-28º centígrados.

 Agua:
Ligeramente blanda y ácida. KH=2-5ºd y GH=2-10ºd. pH entre 6.0 y 7.2.

 Acuario:
Acuarios espaciosos y altos, sin exceso de corriente, reservando al menos 30 litros de agua para cada ejemplar. Hay que tener cuidado de no colocarlos con compañeros que les quepan por la boca, pues tarde o temprano los verán como alimento. Si conviven desde pequeños pueden convivir con los tetra neón, por ejemplo, pero si se introducen de nuevas, los verán como comida. El acuario debe ser suficientemente alto, porque estos peces gustan de realizar desplazamientos verticales entre las plantas. Se debe plantar densamente por las zonas laterales y el fondo, y dejar despejada la zona central para que naden a su gusto. Es muy aconsejable que se dispongan algunas plantas flotantes que produzcan zonas de sombra muy del agrado de los escalares. Alguna planta de hojas anchas será necesaria para que los escalares la usen como lugar de desove, siendo las más adecuadas para este propósito las del género Echinodorus.

 Alimentación:
Son omnívoros y bastante voraces, así que no suele haber problemas para alimentarlos. Aceptan todo tipo de pienso en gránulos o escamas además de toda clase de alimentos vivos, congelados o en papillas. Se puede usar la misma papilla que para los discos, pero reduciendo o eliminando la cantidad de carne e corazón de ternera y aumentando el aporte de carne de pescado y vegetales.
 
  Comportamiento:
Gregario y territorial. Es un cíclido relativamente pacífico que vive en grupos con un marcado carácter jerárquico. Pese a que se usan muchas veces como pieza principal de biotopos amazónicos comunitarios, no es un pez que conviva demasiado bien con sus compañeros, pues con la edad se vuelven muy territoriales.

Cuando forma parte del cardumen, el escalar es un pez sociable que presenta pautas de comportamiento muy características. Al igual que ocurre con los discos, los individuos se escalonan de acuerdo con el nivel de dominancia que tienen. El ejemplar más grande y saludable suele ser el pez dominante que compite por los espacios, por la comida y por la pareja reproductora, siempre con éxito sobre el resto de los componentes del grupo. Las pequeñas escaramuzas que marcan el status del pez siguen siempre los mismos pasos. Los peces se enfrentan con las aletas muy abiertas, vibrando y con movimientos amenazantes de cabeza y simulaciones de ataque hacia adelante y hacia atrás, con la cabeza mirando al frente. Si los ejemplares son de parecido tamaño entonces se producen mordiscos simulados (y alguno real) y empujones frontales. El pez vencido se coloca con la cabeza mirando hacia arriba y este simple movimiento sirve para desinhibir al agresor que se da por satisfecho.

Las peleas aumentan en intensidad en la época de reproducción. Se dan cuando se forman las parejas, cuando la pareja delimita su territorio, y sobre todo cuando la pareja defiende la puesta de cualquier pez que se acerque.

 Reproducción:
Normalmente es el macho dominante el que empieza a definir y defender una zona del acuario, cargando contra todos los demás habitantes del tanque. Los ataques simulados, las vibraciones intensas de las aletas y la natación, en pequeñas arrancadas por la zona que defiende, será el reclamo suficiente para que las hembras se vayan acercando a él con interés. Sólo las hembras que estén también dispuestas para la reproducción aguantan los ataques simulados del macho que nunca llegan a consumarse si hay otros peces en el acuario. Una de las hembras será elegida por el macho y entrará en la zona reproductora. Los dos peces separados del grupo estarán ocupados en rechazar de esta zona del acuario al resto de los peces. Este comportamiento se va acentuando de forma progresiva hasta que las pareja llega a expulsar de forma agresiva a los peces que se acercan demasiado. Esto ocurrirá durante toda la reproducción y nacimiento de los alevines.

Los progenitores constituyen una pareja con fuertes lazos. Ponen juntos sobre una superficie lisa vertical previamente limpiada (el vidrio, un trozo de pizarra puesto de forma casi vertical...), o sobre una hoja grande. Aunque habitualmente son muchos menos, una hembra en su etapa más fértil puede depositar hasta 800-1000 huevos de color blanquecino a ámbar, que son inmediatamente fecundadas por el macho, que va efectuando pasadas alternativas a las de la hembra. La eclosión se produce 48 horas después del desove. Forman un grupito que los padres trasladan de zona en zona según sientan alguna señal de peligro. En esta fase el pequeño alevín no se alimenta del exterior durante una semana, pues todavía tiene suficientes reservas en su saco vitelino. Suele permanecer apiñado junto a sus hermanos y sin moverse apenas. Los alevines, al absorber su saco vitelino y empezar la fase de natación libre, pueden ser alimentados con nauplios de artemia, y posteriormente con papilla finamente triturada y poco a poco ir pasando a comidas de mayor tamaño. 


 

 
 
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